La maternidad te cambia y en mi caso os lo puedo asegurar. Mi cerebro está mucho más activo, lo podéis comprobar haciendo una visita a mis blogs!
A parte de mi opinión, Katherine Ellison, se hizo el mismo planteamiento y el resultado de su investigación lo publicó en su libro «El cerebro de mamá. Cómo la maternidad nos hace más inteligentes». Quiso comprobar si el estigma de la torpeza mental que está relacionado a la maternidad era cierto o no y el resultado fue todo lo contrario, la maternidad nos hace más inteligentes, sensibles y resistentes al estrés.
1. El cerebro de la madre se prepara para asumir la responsabilidad de garantizar la supervivencia del nuevo ser. Según algunos estudios se ha comprobado que el cerebro se encoge durante el embarazo y este «encogimiento» ayudaría a su reestructuración haciendo que aumente considerablemente las conexiones neuronales en áreas del hipocampo (centro de la memoria emocional) y cambios en el sistema límbico (cerebro medio).
2. En recientes investigaciones se está hablando de que las células del bebé en formación podrían pasar al cerebro de la madre y regenerarlo. Y hay un informe científico de la Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Natalia López Moratalla y del Doctor en Comunicación Biomédica, Enrique Sueiro Villafranca, de la Clínica Universidad de Navarra sobre «Células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer» (enlace de este informe: http://www.weebly.com/uploads/4/0/5/1/405174/informe.pdf)
3. Mayor agudeza en los sentidos con el fin de poder estar más atenta a nuestros bebés.
- Por ejemplo, el sentido del olfato se hace más fino durante el embarazo y el parto, y en este momento se activan las estructuras cerebrales dedicadas al mismo. Esto parece ser debido a la hormona prolactina.
- Ocurre igual con la audición: las madres suelen reconocer el llanto de su bebé entre diferentes llantos.
- La capacidad visual también aumenta, a fin de preservar a su niño de los potenciales peligros.
- El sentido del tacto. Las partes del córtex cerebral dedicadas al tacto se hallan cambiadas en la maternidad.
4. Las hormonas de la oxitocina y la prolactina, que se suelen segregar durante la crianza, especialmente durante la lactancia, ayudan a reducir el estrés.
5. Parece que el ser madre también ayuda a la comprensión emocional de los otros.
Así es que, según estas evidencias, el cerebro de la mujer se halla en uno de sus momentos más plásticos (es decir, momentos de más crecimiento neuronal y mayores conexiones entre neuronas), durante la maternidad.
Bibliografía citada
Katherine Ellison – El cerebro de mamá: de cómo ser madres nos vuelve más inteligentes. Barcelona, Destino, 2007, 353 p.